Colesterol alto: Síntomas, riesgos y cómo prevenir enfermedades cardiovasculares
El colesterol, una sustancia esencial para el funcionamiento del cuerpo, se produce principalmente en el hígado y juega un papel crucial en la formación de células y la producción de hormonas. Sin embargo, cuando los niveles de colesterol en sangre son elevados, puede convertirse en un enemigo silencioso, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV), trombosis y aneurismas. Mantener el colesterol bajo control es fundamental para proteger la salud del corazón y evitar complicaciones graves.
¿Qué es el colesterol y cómo se transporta en el cuerpo?
El colesterol es una sustancia cerosa parecida a la grasa, que se produce en el hígado y es transportado por el torrente sanguíneo a través de lipoproteínas: las de alta densidad (conocidas como HDL por su sigla en inglés) y las de baja densidad (o LDL).
Lipoproteína de baja densidad (LDL): Comúnmente conocida como «colesterol malo», el LDL es responsable de transportar colesterol a diferentes partes del cuerpo. Sin embargo, cuando hay exceso de LDL en sangre, este puede acumularse en las paredes de las arterias, formando placas que restringen el flujo sanguíneo. Esta acumulación, denominada aterosclerosis, puede aumentar el riesgo de infarto de miocardio y ACV.
Lipoproteína de alta densidad (HDL): Denominado «colesterol bueno», el HDL tiene la función de recoger el colesterol en exceso y transportarlo de regreso al hígado para ser eliminado del cuerpo. Un nivel alto de HDL es beneficioso, ya que ayuda a reducir la cantidad de LDL y el riesgo de enfermedades cardíacas.
Niveles de colesterol recomendados
Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites recomendados es esencial para una buena salud cardiovascular. Según los expertos, los niveles de colesterol se dividen de la siguiente manera:
Colesterol total: Menos de 200 mg/dL es lo ideal. Este valor incluye tanto el LDL como el HDL.
- Colesterol LDL: Lo recomendable es mantenerlo por debajo de 100 mg/dL.
- Colesterol HDL: Se sugiere que este valor sea de al menos 60 mg/dL para optimizar la eliminación del colesterol malo.
- Triglicéridos: Otro tipo de grasa en sangre que puede elevar el riesgo de enfermedad cardiovascular si supera los 150 mg/dL. Especialmente en mujeres, niveles altos de triglicéridos se asocian con mayor riesgo de complicaciones cardíacas.
Síntomas del colesterol alto
El colesterol alto es conocido como un «asesino silencioso» porque, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas evidentes hasta que se desarrollan problemas graves. Sin embargo, la acumulación de placas de colesterol en las arterias puede comenzar a manifestarse con ciertos síntomas a medida que el flujo sanguíneo se restringe:
- Dolor en el pecho (angina): Puede aparecer durante la actividad física o momentos de estrés, cuando el corazón necesita más sangre pero las arterias están estrechadas.
- Dificultad para respirar: A medida que la acumulación de colesterol afecta el flujo de oxígeno, puede sentirse falta de aire.
- Dolor en la mandíbula, el cuello o la espalda: Esto puede ser un signo de que el flujo de sangre al corazón está siendo limitado.
- En casos más graves, cuando una placa de colesterol se rompe y forma un coágulo que bloquea completamente una arteria, los síntomas de un ataque cardíaco pueden incluir:
- Dolor torácico intenso.
- Náuseas o vómitos.
- Dificultad extrema para respirar.
- Mareos o desmayos.
Este es un escenario de emergencia médica que requiere atención inmediata para evitar daños permanentes al corazón o al cerebro.
Factores de riesgo para el colesterol alto
Diversos factores pueden influir en el aumento de los niveles de colesterol, tanto genéticos como de estilo de vida:
- Dieta: Consumir alimentos ricos en grasas saturadas y trans, como carnes rojas, embutidos, frituras y productos lácteos enteros, incrementa los niveles de colesterol LDL. Optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables como las que se encuentran en el aceite de oliva y el pescado, puede ayudar a reducir el colesterol malo.
- Sedentarismo: La falta de ejercicio contribuye al aumento del LDL y la disminución del HDL. Realizar actividad física regular es fundamental para mantener un equilibrio saludable.
- Obesidad: El sobrepeso está asociado con un mayor nivel de colesterol LDL y triglicéridos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Tabaco: Fumar reduce los niveles de colesterol HDL y daña las arterias, facilitando la acumulación de placas.
- Factores genéticos: Algunas personas tienen predisposición genética al colesterol alto, lo que requiere un seguimiento más cercano y, en muchos casos, tratamiento médico.
Cómo prevenir el colesterol alto
La clave para prevenir el colesterol alto y las enfermedades cardiovasculares es adoptar un estilo de vida saludable:
- Alimentación equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, pescado y grasas saludables puede marcar una gran diferencia. Evitar los alimentos procesados y ricos en grasas trans y saturadas es fundamental para controlar los niveles de colesterol.
- Ejercicio regular: Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta. El ejercicio no solo ayuda a reducir el colesterol LDL y los triglicéridos, sino que también aumenta el HDL.
- Mantener un peso saludable: Controlar el peso es esencial para evitar la acumulación de colesterol y prevenir otras afecciones relacionadas, como la hipertensión.
- Evitar el tabaco y el alcohol en exceso: Dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol puede mejorar significativamente el perfil lipídico y reducir el riesgo cardiovascular.
Tratamiento y control médico
Para aquellos con niveles extremadamente altos de colesterol o con predisposición genética, hacer cambios en el estilo de vida puede no ser suficiente. En estos casos, los médicos pueden recetar medicamentos, como estatinas, para reducir el LDL y disminuir el riesgo de aterosclerosis. Otros fármacos como los fibratos y los inhibidores de la absorción de colesterol también pueden ser recomendados en función de las necesidades del paciente.
Importancia del control médico regular
Dado que el colesterol alto no presenta síntomas evidentes en sus primeras etapas, realizar pruebas de control es crucial para su detección. Se recomienda que los adultos jóvenes se realicen un análisis de colesterol cada cinco años, mientras que las personas mayores de 45 años deben realizarse exámenes más frecuentes, cada uno o dos años. A partir de los 65 años, los controles deberían ser anuales.
El colesterol alto es un factor de riesgo silencioso que puede tener graves consecuencias para la salud si no se trata a tiempo. Adoptar una dieta saludable, realizar ejercicio físico, evitar hábitos dañinos como el tabaco y controlar regularmente los niveles de colesterol son las medidas más efectivas para prevenir enfermedades cardiovasculares. Si bien los cambios en el estilo de vida son la primera línea de defensa, es importante seguir las recomendaciones médicas y considerar el uso de medicamentos cuando sea necesario.
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